Onel Pérez: Un silencio construido

Onel Pérez (Baire, 1988) hizo su debut poético con un libro de nombre lapidario: Fosa común (Ediciones Ávila, 2018). Querer o desear que su ópera prima emule con una fosa común, o sea tomado por cual, es ya una metáfora que habla de la acción de escribir y la condición pétrea del poema. Y justamente, el primer texto que hallamos, “Lenguaje directo”, anuncia y enuncia la intención que el autor ha puesto en la forma y también en el contenido. Tanto el lenguaje, como la mayoría de las imágenes creadas por el mismo, son de una sobriedad y rudeza casi cortante. El poeta, incluso, llega a ser lacónico, y capta en unas pocas líneas el sentido de lo que nos intenta decir, o en ocasiones callar. El poeta es un silencio construido,¹ dice hacia el final del poemario y este verso casi se revela como un ars poetica.

Me referiré al libro en su totalidad, pues las secciones que lo conforman bien podrían no constar, pues el pulso de los 34 poemas que lo integran es invariable de principio a fin. Estas solo sirven para crear pausas en la lectura, respiros, y para remarcar desde sus nombres (“Alcantarillas”, “Sistema de fosas”, “Cloaca”) la necesidad del sujeto lírico de emparentarse con lo escatológico, con lo inmundo o lo insano.

Portada de Fosa común (Ediciones Ávila, 2018).

El entorno familiar es una de las temáticas dominantes. Contradictoria es /la casa donde nací. //De ahí vengo, /destruyéndolo todo.² El conflicto filial padre-hijo, madre-hijo, está presente en varios poemas. La marca indeleble del padre ausente y la dulzura de la madre abnegada, reverberan desde las cavilaciones del poeta y llegan al verso como por accidente. Leemos con el temor de estar hurgando en una carta ajena, en papeles que nos confiaron, pero que no deberíamos leer. Crecí sin padre, /como un perro que sangra /por la boca…, podemos leer en la primera estrofa del poema que da título al libro y entender que una confesión semejante es casi una declaración de principios. El texto continúa de la siguiente forma: Nadie siente ese dolor, /sino el poeta cuando preguntan /si existe; y queda en el aire la duda de si esa pregunta se refiere al padre o al poeta mismo. Más adelante reza: La poesía no abandona.³ Percibimos un temor enfocado hacia todo lo inconstante, lo vivo visto como trampa, y lo inanimado como seguridad o certeza. En el poema “Nota Oficial” esta disyuntiva doméstica llega a un clímax cuando, aludiendo a la madre, dice: Ella me observa /y el dolor nos divide.⁴ Dolor de dos que se multiplica infinitamente.

Onel Pérez (a la izquierda en la foto), junto al poeta avileño Arlen Regueiro, en Ciego de Ávila, en el marco de los Juegos Florales de 2018.

Y justo de ese dolor surge entonces otra de las ramas del libro, la resimbolización. El poeta se torna incrédulo ante todo lo que ve o pisa, y necesita, por ende, trastocar el orden de lo conocido, volver a nombrar las cosas a su imagen y semejanza, aun cuando es difícil distinguir, /derrumbar el muro /cuando se lleva adentro.⁵ No obstante, sabemos que el muro ha sido derrumbado cuando leemos morir por la Patria es callar,⁶ o la tradición es un vómito;⁷ expresiones fulminantes que hablan de lo que gravita alrededor y en lo interior de uno mismo.

También la Historia deja sus marcas. Onel es consciente de su cercanía geográfica y sanguínea a aquellos que en el pasado libraron las Guerras de Liberación Nacional. Por ello cuando la palabra héroe se lee en sus poemas se percibe llena de múltiples significados; cuando cita a José Martí, al Apóstol, o alude a él, se siente que está hablando desde la raíz, desde la cercanía más veraz, humana, y lacerante.

Ganador del Premio Poesía de Primavera, que otorga la Asociación Hermanos Saíz de Ciego de Ávila, en 2017, es este un libro que, por su concisión y hechura poética, por su pulcritud y gracia manifiesta, marca el encomiable punto de partida de un poeta al que valdría seguirle el rumbo. Descifrar ese silencio en el que día a día, verso a verso, se construye.

[1] Onel Pérez: Fosa común, Ediciones Ávila, 2018, p. 47.

[2] Ídem, p. 9.

[3] Ídem, p. 15.

[4] Ídem, p. 10.

[5] Ídem, p. 32.

[6] Ídem, p. 10.

[7] Ídem, p. 47.

(Publicado originalmente en la revista Videncia)

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